miércoles, 30 de enero de 2008

miércoles, 23 de enero de 2008

Cada uno elige cómo recordarse...

Cada uno elige cómo recordarse
Hace una profunda, minuciosa y, a veces, exquisita selección de sus memorias.
Otras veces, simplemente, se entrega a los recuerdos que quedan en las fotos, que alguien eligió para nosotros, y rememora de esa forma su pasado.
Rememora, porque en las fotos quedó un pasado inmóvil, un momento frágil.
A veces pasa, incluso, que uno las mira y no se acuerda en qué momento fueron tomadas, no hay un recuerdo para esa imagen.
Otras veces, en cambio, esa foto cobra vida, nos lleva a una etapa en la que vivimos intensamente, nos habla hasta de los olores y sensaciones que percibíamos en ese entonces y nos devuelve un pasado feliz al que volvemos cada vez que se nos da la gana y entonces se produce el milagro, uno revive.
Muchas veces tenemos la posibilidad de elegir nuestros recuerdos más allá de lo que las fotos cuentan, entonces nos atesoramos girando en un jardín perfumado sintiendo el aire en la cara. Hacemos carne las palabras de otro como si hubiéramos estado en ese viaje que nos relata.
Recordamos las risas y dibujos de un cumpleaños, aunque otro nos diga que no, que no fue así.
Recordamos aquel verano en que descubrimos las mariposas dobles de colores incomparables, aunque vengan otros y nos digan que ya las habíamos visto antes o que esas mariposas no existen, o que de ese verano sólo se puede recordar el calor.
Recordamos aquella canción hermosa de la que sólo nos queda la melodía, pero sabemos que no era ninguna de las que escuchamos ahora, entonces pasamos horas tratando de re escribirla.
Hay, también, quienes eligen borrar sus recuerdos y andan tristes y grises, con la mirada que no sabe dónde detenerse. Con las manos que no saben qué forma darle a sus relatos del pasado, porque ellos son inmóviles frágiles, entonces las manos quedan quietas sin saber a dónde ir.
Hay quienes eligen los recuerdos tristes y hacen fuerza para que los otros no aparezcan, pero no saben que esos son más fuertes y entonces, cada tanto se les dibuja una sonrisa y los ojos se les encienden.
Cada uno elige cómo recordarse y en esa profunda, minuciosa y, a veces, exquisita selección le da la posibilidad a la memoria de contar una nueva historia.
Florencia Aramayo

domingo, 6 de enero de 2008

Hola de nuevo por acá...

Hola amigos. Hace mucho tiempo que no dejo mi huella por acá por eso les quiero dejar este pequeño regalo...