Suena. Fuerte y alto. Más fuerte que alto. El silencio hace meya en mi. Repercute. Se marca a fuego. La mirada absorta del indiferente. El que se mantiene a distancia. El que no se hace cargo. Resuena en mi cabeza. Repercuciones de algo que no fue y que es. La primera plana agita. Se miente y desmienten las palabras. El silencio no es tan inquietante. El silencio es la medida justa para tener paciencia . Repercuciones de días impares. De cadaveres exquicitos aun sin escribir. Repercuciones de segundas planas. Qienes ya las pasó de alto prefiere las contratapas. Repercuciones del carrito del cartonero que pasa a las 19. La bolsa de desperdicio despojados y olvidados. Repercuciones de la misma bolsa del 4º C. Historias y basuras, todo en la misma bolsa. Repercuciones del átomo que eclociono hace 30 micronesimas de segunodos. Y otro átomo que discrimina a este por no ser igual. Repercuciones de la intolerancia. El piedrazo suena y rebota contra una cabeza inosente. El átomo sigue sin entender por qué lanzó la piedra. No es la primera, pero cree estar libre de pecado. Repercuciones encadenadas. Al mismo tiempo. En un mismo momento. En simultaneo con el silencio. Que suena. Fuerte y alto. Más fuerte que alto…
