sábado, 3 de septiembre de 2011

Lo propio, lo ajeno y lo público...


Es complicado escribir algo cuando esta todo tan caliente en uno. Caliente desde lo visceral. En otro momento hubiese mirado la realidad con otros ojos.  No de manera indiferente, sino de forma un poco menos comprometida. Hoy a todos nos duele lo que le pasó a Candela. Una niña con nombre, rostro, edad. Una niña que tuvo final, no un final feliz. Un drama familiar. Un drama que la sociedad se quiere apropiar. Duele el dolor ajeno. Duele simplemente el dolor. Y mucho más duelen los niños
    Pero el dolor pasa y la sociedad que, llena de palabras y justicia, pide cabezas y pena de muerte. Muchas veces (en verdad casi en la mayoría de ellas) se equivoca. El recuerdo caliente del supuesto asesinato de una beba de tres meses en la localidad bonaerense de Ayacucho provoco una pueblada con la indignación de toda la gente e incidentes delante de la casa del intendente de la ciudad. Doce días después la madre reconocería que su hija no murió en manos de delincuentes, reconociendo que había mentido por temor.
    ¿Adónde es que quiero llegar con este recuerdo? Es simple a la mezcla de lo público, con lo privado y lo mediático. Los medios nos muestran las fotos de Candela, un diario titula “Hijos de Puta”, los noticieros audiovisuales tratan de encontrar el momento justo en el que la mamá de Candela ve su cuerpito. Todo esto sumado a la ingesta de sobredosis informativa que recibimos a diario por todos los medios. Dan como resultado una combinación sumamente peligrosa que hace salir lo peor de todos nosotros.
    Lo triste es que esta sociedad, a la que también pertenezco, tiene un nivel de hipocresía sumamente elevado. No nos importa si una chica es violada por los más popes de un pueblo. “Si la turrita los provoco…” Es lo que se escucha decir alrededor del fuego de un asado. Miramos para el costado cuando la UCEP (Unidad de Control del Espacio Público) secuestra y limpia a fuego y sangre las plazas de nuestra hermosa ciudad. Y saca de ellas a los sucios que las ocupan. Esta en nuestros genes. Esta dentro nuestro la posibilidad de mezclar todo.
    Lo público, lo privado y lo ajeno, lo estamos mezclando en cada uno de los post que leemos todos los días. Pedimos justicia no solo por Candela, sino por los 30 mil que no están, por la aparición de Julio López. Pedimos justicia para las mujeres que se mueren en una cama de aborto clandestino. Justicia para tod@s los niñ@s que se apagan en prostíbulos clandestinos, que están en todo nuestro país, y también en capital.
    Este texto en todo su contenido también es una mezcla. Y dentro de mí las sensaciones están mezcladas. La indignación de lo que pasa y pasó. Y la continua manía de culpar de todo a un gobierno que esta vez no tiene cargo de lo que paso…

miércoles, 16 de febrero de 2011

El Carajo…

Uno sube. No sabe bien que es lo que se va a encontrar arriba. Uno sube y ve. Va a lo más alto. Solo para ver. Para encontrarle sentido a lo que busca. El carajo esta siempre libre. Porque nadie se le anima. Porque desde ahí se ve de verdad. Se ve una realidad más nítida. Algunas almas y algunos ojos no están preparados para ver bien lo que pasa. Por eso nunca llegan a asirse de la barandilla del carajo. Se caen antes. Los que si quieren ver y dejarse llevar llegan. Cansados, con las manos gastadas y los ojos rojos. Cuesta enfocar por primera vez. Pero da sus frutos. Saberse todo poderoso. Mirar y ver lo que pasa. Sentirse sobre una babel que nunca caerá. Una torre desde donde todo se ve. El presente, pasado y futuro de lo que es fue y será.

El carajo no desilusiona al que llega. Las expectativas siempre son las mejores. Aunque depende de lo que uno fuera a buscar. Porque el carajo da lo que encuentra. Es la parte mas alta. La babel de la realidad. Uno pone sus ojos contra el piso y ve que nada es como lo ven las cámaras. Es que el problema que tienen es el zoom. Acerca mucho las cosas. Se escapa la realidad de fondo. Se enfoca en el primer plano y el entorno no importa. Pero duele lo mismo.

jueves, 10 de febrero de 2011

Fotos


    La foto habla solo por sí misma. Simplemente un palomar humano donde se puede ver las condiciones en las que estas personas diariamente. La foto solo se queda ahí. Es la imaginación de uno la que le puede dar un poco más de vida. Una realidad de las que poco tenemos registro. Una realidad que no podemos aceptar.

A quien corresponda…

    Los otros días volví a mi viejo, olvidado y querido blog. Me encontré con sorpresas, algunos comentarios de algún anónimo fracasado, que se divirtió tirando mala onda y criticando destructivamente muchos de los textos que por acá están. Por eso es que a los que entran les quiero advertir algunas cosas.

    En primer lugar este espacio es mío, y lo que hay acá es lo que quiero compartir con todos los que quieran entrar, si hay música que entren y saquen su disco, si hay textos lean y opinen lo que quieran sin ningún tipo de ofensa. Si por mucho tiempo no aparezco es porque me quise dedicar a mi hijo y a mi esposa, si es que hay fotos de ellos es porque ellos son mi vida.

    Tal vez parezca un poco pedante esto que digo, pero la verdad es que este espacio es para poder mostrar mis ideas y si hay alguien que quiere opinar sobre ellas, me gustaría que sean opiniones que aporten algo y que no destruyan.

    Les doy la bienvenida a todos los que quieran entrar y espero que formen parte de este viaje.