1
Destierro, paisaje sin imagen. Una simple colección de recuerdos. Y ellos tomados de las manos mirando como caen las hojas del otoño.
2
¿Como decirle lo que siento por ella sin caer en la cursilería...? Pensó mientras la miraba a los ojos y en silencio. Solo se contentó con que su mano acariciara su rostro por millonésima vez. Solo se quedo viéndola despertase esa mañana. Entonces se dio cuenta que las palabras estaban de más, simplemente le propuso que no se desprendiera de su corazón.
3
El reloj marcaba que ya era la hora. No había más tiempo para que perder. Un último suspiro antes de verla porque después viene esa taquicardia que no lo deja respirar. Ya había consultado a barios facultativos por ese síntoma que creía anormal... Todos le recomendaban lo mismo; dejate de joder y partíle la boca de un beso, vas a ver como se te van todas las taquicardias...
4
Él quería redescubrirla, descubrirse, tomarse él mismo enserio. Toma un trago largo de ese wisky que se añejó en el vaso. Mira por la ventana como tantas veces lo hizo, perderse como antes. ¿Acaso eso no era lo que ella había encontrado en sus ojos? Y ahora quien se lo prohibía. Ella quería ser libre, como por tanto tiempo lo había soñado, leyó la carta que él le había dejado en la mesa de luz. Un dibujito y solo una palabra... La mañana le había ganado a la monotonía
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